La vida, la vida... ¿Por qué nos dejamos abrumar? ¿Por qué permitimos que tonterías nos arruinen el día? ¿Por qué adoptamos actitudes odiosas, mal hirientes y desgastante? ¿Por qué se nos olvida que sólo se vive una vez?
Todo pasa, ninguna situación es para siempre. Toma todo con calma. Nunca se sabe si el día que estás viviendo es tu último día. Así que busca la manera para que los imprevistos del día no afecten tu genio.
Disfruta cada momento, cada experiencia. Cuándo las cosas no salgan como tu esperabas, rediséñate y empieza de nuevo. Busca siempre el lado positivo de todo lo que te suceda y aprende de ello.
Recuerda en la vida todo tiene solución. Siempre hay otro camino, otra forma de hacer las cosas. No siempre elegir el camino difícil es la mejor opción. Porqué no elegir elegir el camino fácil.
Cómo te comentaba en el artículo respira, si algo intenta afectarte sácalo fuera de ti. No importa donde te encuentre baila, salta, grita, exorciza ese sentimiento y recupera tu paz.
¡Vamos! ¡Arriba la vida! Disfruta cada segundo, míralo cómo una gran oportunidad que muchos no han podido disfrutar y vivir.
Dios te bendiga.