(Conversación por WhatsApp)
Hola ¿Cómo estás?
¿Bien gracias a Dios y tu?
Yo aquí abajo.
¿Aquí?
Sí, baja que quiero verte y que demos una vuelta.
Ok. Déjame avisarle a mi prima y bajo.
Ok. Te espero.
Ella había llegado a Estados Unidos hacía 20 días, se habían hablado por teléfono como siempre pero nunca se habían encontrado personalmente. Ella bajo lo más rápido que pudo y él la esperaba en la puerta. Se saludaron y él la condujo a su automóvil, le abrió la puerta y ella entró. ¿A dónde quieres ir? Es mi primera vez aquí no se a donde ir. Ok dijo el ya se donde llevarte. Mientras iban de camino al lugar bromeaban de cada cosa igual que en sus largas conversaciones telefónicas. Sin duda se sentían bien uno con él otro. A pesar de ser la primera ves que se veían cara a cara, ninguno sentía pena. Ambos podían ser ellos mismos con toda confianza frente al otro. ¿Te gustaría comer algo? Preguntó él. Sí me encantaría. Ok nos detendremos y comprarle algo para llevar. De acuerdo. Mientras ella lo espera en el automóvil pensó espero no demorar mucho, mañana vuelo temprano a Santo Domingo y aún no tengo las maletas 100 porciento listas. No había terminado su pensamiento cuando él regreso cargando unas bolsas de comida. ¿Qué es? Preguntó ella. Ya verás cuando lleguemos, sé que te gustará. Y se pusieron en marcha nuevamente. 5 minutos más tarde habían llegado. Se trataba del parque Fort Tryon. Cómo era de noche la vista era espectacular, las luces, todo y para cerrar el espectáculo una luna llena como nunca antes había habido. Se sentaron en el baúl del carro y él le sirvió lo que sería su cena. Oh me encantan estas empanadas colombianas le comentó ella. Hablaron de todo un poco. Y se rieron mucho más. Debemos irnos le comentó ella. Es temprano aún respondió él. Sí pero tengo que hacer algo que me tomará tiempo y no puedo dejar para mañana. Ok. Pues vámonos dijo él, yo debo descansar porque mañana trabajo. El bajó primero y luego le ayuda a ella pero justo en ese momento algo pasó que los dejó a uno muy cerca del otro, él no pudo resistir tenerla tan cerca y sin pensarlo busco sus labios. Sintió su boca tibia y todo su cuerpo tembló. Al principio fue suave, lento, cómo si intentara conocer de que estaban hechos aquellos labios tan dulces y tan perfectos. Luego se encendió tanto el fuego de la pasión que cada movimiento parecía como si quisiera comérsela y poseerla entera. Sólo duró un instante pero ambos sintieron como si hubiese pasado más tiempo. Entraron al auto cada uno por su cuenta y no dijeron una palabra durante el camino. Sin embargo él durante todo el trayecto no soltó su mano y la acariciaba con tal dulzura que pareciera que emulaba el beso que minutos atrás se habían dado. Llegaron a la casa, él la acompañó hasta la puerta y ahí la besó nuevamente pero sin poder saciar su deseo ya que ella se escabulló y se adentró en la casa sin decir si quiera adiós.
Esa noche él no pudo dormir. Sólo podía pensar en una cosa, ella. Era divertida, inteligente, atractiva y ese beso lo había traumado. Es que no era él mismo desde que sus labios habían saboreado los de ella. Nunca había sentido aquello y eso que muchas eran las bocas que llevaba anotadas en su memoria. Pero ninguna cómo aquélla. Ese beso los sacó fuera del planeta, lo transportó a otras galaxias, le sacudió sus fibras más íntimas, le dejó sin habla sin palabras, pero con unas ganas insaciables de volverla a besar. Ahora que haré se preguntaba yo vivo aquí, ella tiene su vida allá, ¡ajá! Pero cómo voy a vivir sin ella después de esto no puedo. Y planificó y organizó en su cabeza cada paso que daría con tal de que ella estuviera por siempre a su lado.
Amaneció. Él se levantó trasnochado y feliz por lo que había vivido con ella y lleno de alegría por todo lo que había planificado para hoy. Esperaré más tarde para escribirle, hoy hace mucho frío y aún debe estar dormida. ¡No! Le escribiré ahora, para cuando despierte sea mi mensaje el primero que lea. Escribió: Buenos días princesa. Dios te bendiga en este día. Toda la noche pensé en ti y no podré jamás dejar de pensarte.
Se dio cuenta que ella no tenía internet y pensó debe apagarlo mientras duerme. Eran la 8 de la mañana en ese momento. Cada cierto tiempo revisaba su teléfono para ver si había recibido el mensaje y lo había leído. Pero seguía sin internet. Estaba en su trabajo pero no era él. Distraído, silencioso y preocupado. Sus compañeros en más de una ocasión ya, le habían preguntado que le pasaba él no era así. El contestaba estoy bien, sólo pasé mala noche. Ya a las 10 de la mañana no pudo más y le escribió a la prima donde ella se hospedaba.
(Conversación de WhatsApp)
El: Hola.
Prima: Hola, ¿cómo está?
El: bien gracias a Dios y ustedes?
Prima: todo bien
El: y su prima, no me he podido comunicar con ella hoy.
Prima: Oh, esa muchacha debe estar casi llegando a su casa.
El: ¿cómo?
Prima: Sí, el vuelo de ella salía a las 8 y 30 am...
Continuará...
Muy bueno Luly, da deseos de seguir leyendo. Ya quiero saber que sigue...
ResponderBorrarGracias me alegra que te gustara. Bendiciones.
BorrarEso, me encantó 🤗 espero lo que sigue🤭
ResponderBorrarMe alegra mucho que te gustara. Bendiciones.
ResponderBorrarEsperando que pasa... muy bien genial.
ResponderBorrarEnserio , nooooooo .
ResponderBorrarBuenísimo . Me encantó .
Gracias, gracias...
BorrarMe encantó muchos
ResponderBorrarGracias. Bendiciones.
ResponderBorrarMe gustaría su hermoso desenlace
ResponderBorrarYa pronto...
ResponderBorrarOmg 😱 pero una cosa ... cuando la continuación
ResponderBorrarCuando lleguemos a 100 lectores así que a compartir. Gracias por leerme.
ResponderBorrarUna muy bonita historia
ResponderBorrarExcelente,me encanta
ResponderBorrarHermoso segunda parte por favor 😍
ResponderBorrarhttps://luly4317.blogspot.com/2020/09/cuando-llega-el-amor-ii.html
ResponderBorrarAqui les dejo la continuación o segunda parte que la disfruten.
Es buena la istoria si
ResponderBorrarGracias 🙂
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