El Papa Francisco nos ha hecho una invitación para realizar este próximo 2 de marzo, miércoles de ceniza, día en que iniciamos la Cuaresma, un día de ayuno y oración por la paz del mundo, con una intención especial el cese de la guerra en Ucrania.
El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte en el día. Según el catecismo del pueblo Dios: Si no les excusa o dispensa algún impedimento todos los que han cumplido 14 años están obligados hacer abstinencia y el ayuno los que han cumplido 18 años y no han llegado a los 60. La abstinencia consiste en no comer carne.
El ayuno se rompe si se come entre comidas o se toma algún líquido que es considerado comida ( batidos, pero no leche ). Bebidas alcohólicas no rompen el ayuno; pero parecieran contrarias al espíritu de hacer penitencia.
Frutos del ayuno:
No es un fin en si mismo, sino medio de conversión.
- conduce a libertad de corazón y mente. Proceso por el cual nos liberamos de todos los apegos terrenales y de todas las cosas que nos atan: caprichos, gustos, excesivo auto cuidado. Y nos encaminamos hacia la Paz.
- fortalece, estabiliza y desarrolla el auto control (fruto del ES)
- reconocer debilidad y dependencia en Dios.
- pobreza de espíritu
- edifica la vida interior
- elimina los excesos de nuestra vida a fin de hacer mas espacio para Dios.
El ayuno permite llevar mas fácilmente una vida interior unida a Dios y al mundo celestial; el ayuno libera de la pesantez de la materia. Los santos recomiendan el ayuno a todo aquel que quiere llegar a una mayor interioridad. El ayuno apaga poco a poco la concupiscencia. (Tomado de catholic.net https://es.catholic.net/op/articulos/56036/fundamentos-biblicos-del-ayuno#modal)