Tengo que contarte una historia que a lo mejor te suene familiar, conocida. Dicen que es un mal que arropa a mucho.
Y es que una noche, pensando en los ultimos años de mi vida, me di cuenta que todo el pesar, el cansancio, la jactancia, el estrés, la ansiedad que sentía se debìan a la cantidad de cuentos que habia comido y lo peor de todo es que yo misma era la que me lo contaba.
Es muy grave cuando nos encapsulamos en una burbuja. Poco a poco nos vamos llenando de excusas y cada dia nos alejamos màs de nuestro propósito de vida, de nuestras metas, confiando en falsas promesas que nosotros mismos nos vendemos y nos compramos.
Pero gracias a Dios que existe la conciencia que aunque a veces nos grita y nos hacemos los sordos, su grito es tan persistente que termina entrandonos en razón.
Que te invito yo hacer sencillito, pasa balance a tu vida en base a tus metas y sueños. Donde esperabas estar vs donde te encuentras. Preguntate qué me ha faltado para llegar allì. Descubre cuales son esos cuentos (excusas) que te has estado vendiendo y ponle un stop.
Toma acción y no lo pienses mucho porque si lo piensas mucho resurge el fantasma del cuento que vive en ti y te atrapa por quien sabe cuanto tiempo mas.
Recuerdate siempre que el tiempo es oro y que como dice el dicho :"Plàtano maduro no vuelve a verde". El tiempo que pierdes no es posible volver a recuperar.
Asi que ponle pila a esas metas y recuerdate siempre a ti mismo que Dios te creo para un propósito màs grande de lo que te imaginas y que nos debes permitir que el fantasma come sueños te robe ese regalo de Dios para ti y para el mundo.
No tengas miedo de pedir ayuda. A veces necesitamos un empujon para arrancar. Y por ùltimo pero no menos importante en oración pidele a Dios que te ayude a discenir y dar los pasos que requieres para plenificar tu vida.
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Dios te bendiga y la Virgen te proteja.